La entrada que hoy nos ocupa es nuestra experiencia volando a Japón en clase turista con la compañía alemana Lufthansa. Dado que antes de viajar no encontré ninguna reseña sobre este trayecto creo que será bastante útil para quien contrate el vuelo con dicha empresa.
El viaje tenía su salida en Valencia (VLC) y haría una escala en Frankfurt (FRA) de dos horas de duración. Después tomaríamos otro vuelo hacia Tokyo Haneda (HAN). En total 16 horas y 35 minutos de viaje.
El primer vuelo (Valencia-Frankfurt) fue un trayecto de 2 horas y 20 minutos. Un avión básico que hace recorridos dentro de Europa, en concreto un Airbus A321, sin entretenimiento y con dos filas de tres asientos cada una.
El vuelo fue tranquilo, nos dieron como aperitivo un interesante sandwich vegetariano (que no vegano) a base de queso, zanahoria y queso crema; también había para elegir sandwich de salmón, pero ese no lo probamos. De acompañamiento, un zumo y un refresco.
Una vez en el Aeropuerto Internacional de Frankfurt tuvimos una breve escala de dos horas y media, lo justo para picar algo y embarcar. Aquí es cuando comienza el trayecto más largo.
Preparados ya para las siguientes 11 horas de vuelo subimos a un Boeing 747 enorme. Este aparato consta de tres filas de asientos con la disposición 3-4-3 que en total son 10 butacas por fila.
Nada más encontrar nuestros respectivos asientos descubrimos que nos habían obsequiado con una manta, un cojín de plumas y almohadillas de un solo uso para los cascos, todo debidamente empaquetado.
Nada más encontrar nuestros respectivos asientos descubrimos que nos habían obsequiado con una manta, un cojín de plumas y almohadillas de un solo uso para los cascos, todo debidamente empaquetado.
Los asientos no son amplios, tamaño standard y con comodidad media. El hueco para los pies tampoco es gran cosa. Comprobamos que la fila de asientos situados en la parte central tenía más espacio para estos que los laterales. Un truco y una advertencia: la primera fila de asientos de clase economy (turista), justo después de la clase economy premium, tienen bastante espacio extra para los pies. A su vez, los más proximos a la cola tienen un hueco entre la ventanilla y el asiento, por lo que no se puede utilizar la pared como apoyo para dormir.
El sistema de entretenimiento a bordo IN-FLIGHT ENTERTAINMENT ofrece un montón de películas, series y música a disposición de los usuarios en una pantalla individual. Me sorprendió que estrenos muy recientes como "El despertar de la Fuerza" u otras películas todavía en cines estuviesen disponibles. Están disponibles en varios idiomas y subtítulos, eso si, para los más puristas, debo decir que todas las cintas que se ofertan en español están dobladas en latino.
Muy amablemente las azafatas nos trajeron una pequeña carta a cada pasajero con los menús disponibles para la cena: dos alternativas, una occidental y otra japonesa. Nosotros nos decantamos por la japonesa.
El menú constaba de: Ensalada variada, tallarines soba fríos con té verde en salsa de soja y dashi, Tonkatsu al curry con arroz, tarta de frutos rojos, panecillo y café/infusión.
Como "pasábamos la noche" en el avión (salíamos de Frankfurt a las 18:00 hora europea y llegábamos a Tokyo a las 13:00 hora japonesa) atenuaron las luces, subieron la calefacción e intentaron crear un clima de nocturnidad poco favorable a mi parecer, puesto que al aumentar la temperatura tuve tanto calor que me impidió conciliar sueño alguno. Además el agua te la dan en vasos de plásticos sin estar excesivamente llenos así que en ese trayecto pasé mucha sed. (Aunque puedes pedir tantos como necesites, pero entre que vienen, van y solo te lo rellenan una vez...)
Cuando amaneció nos trajeron el desayuno, esta vez sin posibilidad de elegir. La bandeja se componía de: huevos revueltos con patatas tipo "deluxe", fruta, panecillo y mantequilla.
Antes de aterrizar nos entregaron a todos las hojas de aduana que debíamos rellenar antes de tomar tierra, ya que teníamos presentarlas en el control de entrada al país.
Debo decir que la vuelta la pasé mucho mejor que la ida ya que el trayecto transcurrió "de día", con esto quiero decir que salimos de Tokyo a las 13:00 hora japonesa y llegamos a las 19:00 hora alemana. Seguíamos al sol, no había noche, por lo que no atenuaron las luces, ni subieron la calefacción, fue bastante más agradable.
En cuanto a las comidas a bordo, seguían el mismo patrón que la ida. Una carta menú nos ofertaba dos variantes de las cuales elegías una, volvimos a decantarnos por la opción japonesa.
La única "pega" que podría sacar es que los alimentos fríos venían, en esta ocasión, congelados, y cuando quiero decir congelados es... como una piedra. Tuvimos que dejarlos más de media hora "al sol" a ver si se descongelaban. De todas formas, de sabor estaba bastante bueno.
Esta vez el menú se componía de: ensalada de pollo y pimiento, makis de verduras con salsa de soja y jengibre, carne con verduras y setas sobre arroz, panecillo, fruta y café/infusión.
A mitad de vuelo nos obsequiaron con un onigiri (cosa que no pasó a la ida). Calidad de combini, muy bueno.
La cena constaba de pollo teriyaki con edamame, zanahoria y setas junto con arroz; panecillo y tarta de queso.
Aunque hay "barra libre" de bebidas, el carrito pasa varias veces y además puedes pedirles a las azafatas que te traigan lo que te apetezca, las raciones son escasas, ya que te llenan el vasito de plástico y tardan mucho en recogerlo. Mi consejo es que pidas cerveza (si te gusta), es la mejor opción ya que te dan una lata completa en vez de medio vasito.
Mi opinión general de volar a Japón con Lufthansa en clase turista es positiva, asientos medianamente cómodos, comida abundante, bebida a la carta y entrenimiento variado. Pero lo que hizo que nos decantásemos por esta compañía era la la posibilidad de ir al aeropuerto de Tokyo Haneda, muchísimo más cerca de la ciudad que el de Tokyo Narita, y la escala de apenas dos horas en comparación a las 15 o 20 horas de otras aerolíneas.
No está mal la experiencia. Un viaje tan largo que se haga medianamente cómodo ya es algo positivo.
ResponderEliminarUn saludo.
Si, tienes razón. El truco es estar entretenido. Si no puedes dormir lo mejor es llenar el tiempo de películas, libros o lo que sea. No pensar ni estar pendiente del reloj.
EliminarNo está mal saberlo! la comida veo que no está mal, lo que no veo tan bien es el tema de los vasitos de bebida, pero bueno lo demás no está mal por lo que veo, y más siendo taaan largo el vuelo!
ResponderEliminarYo bebo mucha agua, me hubiese encantado tener una botella a mano porque lo veía un poco escaso... Pero creo que fue más culpa de la calefacción alta, que me dio mucha sed. Por lo demás el vuelo muy bien, la comida aceptable. ¡Gracias por comentar!
EliminarNos vamos en una semana y volamos con luthtansa, me ha sido muy útil tu post.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro de que os sea útil! Buen viaje!!!!
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