Harry Potter es el mago más famoso de la literatura juvenil de todos los tiempos. Sus andanzas han dado la vuelta al mundo tanto en su forma literaria como, posteriormente, grandes producciones cinematográficas.
Desde el lanzamiento de la primera novela, Harry Potter y la piedra filosofal en 1997, la serie logró una inmensa popularidad, críticas favorables y éxito comercial alrededor del mundo. Para julio de 2013 se habían vendido entre 400 y 450 millones de ejemplares de los siete libros, que los ubican como la serie de libros más vendida de la historia y los cuales han sido traducidos a más de 65 idiomas, entre los que se incluyen el latín y el griego antiguo. El séptimo y último libro, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte fue lanzado mundialmente en inglés el 21 de julio de 2007.
Hablar del joven mago nos evoca rápidamente a Edimburgo, donde los primeros pasos del universo empezaron a cobrar forma a principios de los 90 hasta su finalización en 2007. Nos imaginamos a la joven J.K. Rowling inmersa en su escritura en el rincón de una cafetería junto a una taza de café y su pequeña hija durmiendo plácidamente.
Edimburgo es una ciudad mágica y a ella se puede llegar fácilmente en un par de horas, compañías low cost nos ofrecen vuelos económicos para que no nos cueste tanto esta aventura.
Os invitamos a recorrer la ciudad que inspiró al universo del joven Potter, un día que comenzó recibiendo una carta...
En 1994, Rowling llegó a Escocia desde Portugal, en esa época la idea de Harry Potter llevaba años gestándose y ella ya había escrito los primeros capítulos del primer libro, "Harry Potter y la piedra filosofal".
CAFETERÍAS
Todo comenzó en el invierno de 1994, momento en que la autora empezó a frecuentar varias cafeterías de Edimburgo, donde pasaba horas escribiendo en una libreta junto a su hija, todavía un bebé, que dormitaba plácidamente en su cochecito.
Al principio, Rowling acudía a una cafetería hoy en día desaparecida, Nicholson’s Café, en Nicholson Street. Actualmente se halla la cafetería Spoon.
The Elephant House, en George IV Bridge, es el establecimiento que más estrechamente se relaciona con la autora. Aunque en una inscripción y un dibujo en su cristalera presume de ser "el lugar de nacimiento de Harry Potter", lo cierto es que no abrió hasta 1995, y por aquel entonces el primer libro de la saga ya avanzaba con fluidez.
Pero es verdad que la autora escribió muchas tardes en una mesa del fondo de la cafetería, junto a la ventana, cuyas espléndidas vistas sobre el castillo y el cementerio de Greyfriars se cuenta que le sirvieron de inspiración para construir su emocionante historia. A lo largo de los años, los seguidores de la saga han llenado las paredes de los baños de The Elephant House de inscripciones.
Rowling siguió visitando los cafés de la ciudad hasta mucho después de que sus libros se convirtieran en un éxito de ventas, pero mientras escribía el cuarto volumen, «Harry Potter y el cáliz de fuego», su fama cada vez mayor la obligó a abandonar esta práctica.
George Heriot’s School con su espectacular contrucción gótica e ideada como una escuela para niños huérfanos donde estos recibían educación gratuita, hoy en día es una prestigiosa escuela privada, y se dice que Rowling se inspiró en ella para crear la inolvidable Hogwarts.
Los alumnos de George Heriot’s School están divididos en cuatro casas, como los magos de Hogwarts: Lauriston (caracterizada por el color verde), Greyfriars (de color blanco), Raeburn (de color rojo) y Castle (de color azul). ¿No os recuerda a nada? Durante el curso, cada alumno aspira a conseguir puntos para su casa respectiva, que se consiguen gracias al buen rendimiento académico, entre otras cosas. Habitualmente no es posible acceder a la escuela, pero en ocasiones abre sus puertas en días señalados como el Doors Open Day.
La pintoresca calle Victoria's Street es donde se cree que Rowling inspiró el bullicioso y mágico callejón donde los magos acuden a aprovisionarse de todo el material necesario para el inicio del curso escolar. Esta calle edimburguense también está repleta de tiendas, como un establecimiento de productos de broma al más puro estilo de los gemelos Weasley.
También se dice que J.K. Rowling basó el Sombrero Seleccionador, un sombrero de miles de años de antigüedad que los jóvenes magos se ponen a su llegada a Hogwarts para que les asigne una casa, en una tradición que tiene lugar en la ceremonia de graduación de la University of Edinburgh, en la que los estudiantes suben uno a uno al escenario para que el Vicerrector les dé un golpecito en la cabeza con un sombrero histórico.
Aunque es un deporte ficticio ideado por Rowling, en la actualidad si paseas por los parques de Edimburgo podrás ver a muchos jóvenes practicándolo sobre la hierba. Eso sí, se juega sobre una escoba, pero no voladora. Desde hace años muchas universidades americanas y británicas tienen su propio equipo.
Al final del libro "Harry Potter y el caliz de fuego" tiene lugar un enfrentamiento entre Potter y Voldemort en su forma física. En la novela, el cementerio en cuestión era donde descansaban los restos de la familia del villano de la saga.
Cuenta la historia que, desde la ventana de la cafetería "Elephant House" donde se pueden observar las vistas al castillo de Edimburgo y al cementerio de Greyfriars, uno de los más conocidos de Edimburgo por las supuestas apariciones de algún que otro habitante del más allá.
En este cementerio podrás visitar dos puntos interesantes. El primero es la tumba de William McGonagall, un autor galardonado con el título de peor poeta de la historia del Reino Unido. Se rumorea que de aquí proviene el nombre de la profesora Minerva McGonagall, ya que la misma Rowling comentó que le parecía curioso el contraste entre este poeta de poca monta y una mujer brillante como la profesora.
En el segundo punto, una lápida recuerda a un padre y un hijo llamados Thomas Riddell. En los libros ingleses, el nombre real de Voldemort es Tom Marvolo Riddle y, aunque escrito de distinta forma, el padre y el abuelo de "el que no debe ser nombrado" también compartían el nombre de Tom / Thomas, y Harry visita sus tumbas en las novelas.
Mientras que los primeros libros de Harry Potter nacieron en cafeterías humildes, Rowling escribió las últimas líneas de la novela que cierra la saga en una habitación del lujoso hotel Balmoral, uno de los más prestigiosos y caros de la ciudad. La autora se hospedaba en la suite 552 mientras terminaba la obra y, en cuanto la concluyó, dejó escritas las siguientes palabras en un busto de mármol: «El 11 de enero de 2007, J.K. Rowling acabó de escribir ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte’ en esta habitación».
En Edinburgh City Chambers, en la Royal Mile, donde se inmortalizan las manos de personalidades relevantes para la ciudad. J.K. Rowling recibió este honor en 2008, dejando sus huellas para la posteridad.
Si queréis tenerlo todo organizado, The Potters Trail organiza visitas guiadas por los lugares del universo del jovne mago británico.
¡¡¡Buen viaje, muggles y magos!!!
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